Testigos de la radicalidad evangélica. Una reflexión bíblica y salesiana

Como escribe el Rector Mayor en el prólogo, con el libro «Testigos de la radicalidad evangélica. Una reflexión bíblica y salesiana», la ABS ha querido acompañar e iluminar el momento histórico que esta viviendo en la Congregación con la oferta de un reflexión sobre la dimensión de radicalidad que caracteriza el seguimiento de Jesús, tal como aparece en la tradición evangélica y sobre su encarnación en la vida y la misión salesiana hoy.

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El libro recoge diversas aportaciones, de marcado acento bíblico y salesiano, sobre el tema de la radicalidad evangélica, «un aspecto» que «no se yuxtapone a los otros, sino que es una dimensión fundamental de nuestra vida.»1 Esta feliz iniciativa no es nueva. Desde su creación en 1983, la ABS ha venido participando en el camino que recorría nuestra Congregación aportando reflexión y sugiriendo opciones, fundándose siempre en la Palabra de Dios y en la vivencia cotidiana del carisma salesiano.

Esta vez el tema del CG27, la radicalidad evangélica, requería una particular atención. El concepto es relativamente reciente y su preciso alcance está aún por determinar; y aunque viene aplicado cada vez más a la vida consagrada, no le es exclusivo. Además, nosotros, salesianos, vivimos y testimoniamos la radicalidad evangélica con el “trabajo y templanza», que es «el modo salesiano de comprender y realizar la radicalidad evangélica.»2

Ya que el testimonio de esta vida radical “no es un aspecto que se yuxtapone a los otros, sino más bien una dimensión fundamental de nuestra vida”,3 la ABS, siguiendo una tradición ya consolidada, ha querido ofrecer, con ocasión del CG27, una reflexión centrada en la peculiar radicalidad que caracteriza el discipulado de Jesús, según emerge de los textos del NT, y en su trasposición a la vida y a la misión salesiana actual.

La primera parte, la más consistente, presenta la radicalidad evangélica en sus dos elementos esenciales, primero, como vivencia personal de Jesús, del apóstol Pablo y de Don Bosco, y, segundo, como una exigencia incondicional de ellos para con sus discípulos.

  • El Jesús de los evangelios, su ejemplo personal y la severa pedagogía que utiliza con sus seguidores, es el motivo dominante de la reflexión que presenta la primera sección: La radicalidad de Jesús de Nazaret. Los dos primeros estudios, obra de Juan J. Bartolomé y Marco Rossetti, muestran dos aspectos centrales dela radicalidad con la que vivió Jesús durante su ministerio público. Las tres restantes aportaciones se centran en la propuesta de radicalidad que, sin medios términos, Jesús, brindaba a quien le siguiera: Francis J. Moloney la encuentra, dentro del relato de Marcos, en la primera etapa de la catequesis de Jesús a sus discípulos (Mc 8,14-9,29). Jose Varickasseril la descubre durante la no menos decisiva crónica lucana de su “viaje a Jerusalén” (Lc 9,51-19,44). Y Giorgio Zevini subraya algunos aspectos del radicalismo que están dispersos a lo largo del cuarto evangelio.
  • La segunda sección, más breve, contempla la radicalidad apostólica, tal como la vivió Pablo, el apóstol por antonomasia. Francesco Mosetto analiza algunos textos de sus cartas, en especial las dirigidas a los corintios, en las que queda de manifiesto la radicalidad de su infatigable actuación misionera. Apoyándose también en 1 Cor, Juan J. Bartolomé examina la defensa que el apóstol hace de la santidad de su comunidad y la presenta como modelo de auténtico ejercicio del servicio apostólico.
  • La radicalidad ‘salesiana’ es el tema de la tercera sección, donde se ha pretendido mostrar el modo concreto – podríamos llamar ‘carismático’ – en el que los salesianos vivimos la radicalidad evangélica. Lo encontramos, en primer lugar, en Don Bosco, como nos lo presenta Francesco Motto. Misión juvenil y vida en común son, además, los ‘lugares’ ordinarios donde los salesianos viven a diario y testimonian la radicalidad evangélica; es el motivo en el que concuerdan los dos artículos de Fabio Attard y de Cesare Bissoli.

La segunda parte propone una reflexión, bíblica y salesiana, sobre el lema “trabajo y templanza”. Apelándose en los grandes ‘enviados’ del NT (Jesús, Pablo, los Doce), Jordi Latorre presenta el trabajo del salesiano como actuación apostólica, que realiza la salvación querida por Dios. Un trabajo que se cumple con templanza, virtud ésta de profunda raíz bíblica, como nos recuerda Mario Cimosa. Y en el estudio que cierra el volumen Morand Wirth propone de nuevo la comprensión ‘salesiana’ del binomio, releyendo el magisterio de los Rectores Mayores, desde don Rua a don Chávez.

La ABS ofrece a sus hermanos salesianos, en especial a los participantes en el CG27, este volumen, en el que nos parece haber puesto en evidencia el fundamento bíblico y la peculiaridad salesiana de la petición de una mayor radicalidad evangélica que nos ha dirigido don Chávez. María, madre de Dios por haber sido antes radical sierva suya, sea nuestra maestra y compañera mientras seguimos a Jesús sirviendo a los jóvenes.

Juan J. Bartolomé

1P. Chávez, «Testigos de la radicalidad evangélica». Llamados a vivir en fidelidad el proyecto apostólico de Don Bosco. «Lavoro e temperanza», ACG 413 (2012) 6.

2Chávez, «Testigos» 38.

3Chávez, «Testigos»8.

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